En una medida significativa que refleja el control cada vez mayor de la libertad de prensa en Hong Kong, la organización de noticias financiada por Estados Unidos Radio Free Asia (RFA) anunció el cierre de su oficina en la ciudad. La decisión surge en respuesta a la promulgación de una nueva y controvertida ley de seguridad nacional, que ha generado serias preocupaciones sobre la seguridad y la libertad de los periodistas que operan dentro del territorio. RFA, conocida por su cobertura crítica de los gobiernos asiáticos, citó los temores por la seguridad del personal como la razón principal de su retirada, marcando un momento escalofriante para la libertad de prensa en Hong Kong. El cierre de la oficina de RFA en Hong Kong es una consecuencia directa de la ley de seguridad nacional, conocida como Artículo 23, que ha sido ampliamente criticada tanto por organizaciones internacionales de derechos humanos como por gobiernos. La ley, impuesta por Beijing, penaliza los actos de secesión, subversión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras. Los críticos argumentan que las definiciones amplias y vagas de la ley amenazan las libertades civiles que a Hong Kong se le prometió conservar después de su entrega a China en 1997. El gobierno de Hong Kong ha defendido la ley, afirmando que es necesaria para mantener la seguridad nacional. Sin embargo, la comunidad internacional, incluidos varios medios de comunicación, ha condenado la ley por su potencial para reprimir…
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